viernes, 6 de abril de 2007

AUTORIDADES DE VERACRUZ DEPLORAN DECLARACIONES DE FELIPE CALDERON HINOJOSA SOBRE CASO DE ANCIANA ULTRAJADA


Regina Martínez

Jalapa, Veracruz, 13 de marzo (apro).- Las autoridades municipales de Soledad Atzompa reprocharon al presidente Felipe Calderón sus comentarios --"sin fundamentos"— sobre el caso de Ernestina Ascencio Rosario, en torno a que no fue violada por militares, "sino que murió por una gastritis crónica no atendida".

En la extensa entrevista realizada por La Jornada, en su edición de este martes, Calderón Hinojosa aseguró que ha estado muy pendiente del caso de la señora "que se dice asesinaron en Zongolica", luego de ser violada por supuestos militares.

Sin embargo, las declaraciones del presidente reactivaron la indignación de las autoridades municipales, organizaciones civiles y pobladores de esta zona indígena, asentada a las faldas de la sierra de Zongolica.

El michoacano incluso sostuvo que ya la Comisión Nacional de Derechos Humanos había avalado los resultados de la necropsia.

Y en su oportunidad, la propia CNDH, a través de su visitador Pedro Armendáriz Enríquez, desmintió la versión presidencial, aseguró Julio Atenco Vidal, director de Obras y Desarrollo de Soledad Atzompa y representante de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROIZ).

Después de conocer la versión de Felipe Calderón, señaló Atenco en carta enviada a La Jornada, "me comuniqué con el visitador conjunto de la CNDH, que solicitó y efectúo la exhumación del cuerpo de nuestra hermana y coordinó al grupo interdisciplinario de la misma institución que realizó el trabajo.

"Le pregunté si efectivamente ya tenían resultados de los nuevos análisis efectuados tras la exhumación del pasado 9 de marzo, y la respuesta fue clara y contundente: ‘No sabemos de dónde sacó esa información el presidente, ya que la exhumación fue apenas el viernes, y es imposible que ya existan resultados, además que la información es confidencial’", refirió Atenco Vidal.

Aunque el Ejecutivo federal asegura que ha estado pendiente del caso, subrayó, "todo indica que no es así", puesto que desconoce que las primeras pruebas periciales y el acta de defunción original, "consignan que la causa de la muerte fue fractura craneoencefálica, de cadera, de costillas y anemia (producto del sangrado no controlado)".

Calderón Hinojosa –denunció-- ignora que el médico que atendió a Ernestina Ascencio en el hospital de Río Blanco, "confirmó la violación de que fue objeto nuestra hermana", y ante los medios incluso declaró que "fue violada por la vía conveniente y la vía no conveniente".

No obstante, sostuvo, "tal diagnóstico no aparece en el acta de defunción". Es decir, "los servicios periciales de la PGJE y la agencia especializada en delitos sexuales ya habían hecho el trabajo sucio para garantizar la impunidad de los soldados".

El presidente, apuntó, ignora también que el mismo médico informó que el dolor de vientre del que se quejaba Ernestina Ascencio al llegar al hospital, y su creciente hinchazón, "se debían a la violación que le causó una ruptura en el intestino y le causo contaminación y envenenamiento en el cuerpo".

El Ejecutivo también desconoce que, desde el día de los hechos, ni la PGJE ni los militares habían realizado investigación policiaca y criminalística alguna, subrayó, sin embargo, "la Sedena declaró que ya habían realizado investigaciones científicas y sus resultados no inculpaban a los soldados".

Así, el ayuntamiento de Soledad Atzompa y la CROIZ cuestionaron severamente al Ejército, "al pretender erigirse como juez y parte, a la vez que desacreditamos la credibilidad de sus investigaciones científicas" y, por ello, presentaron su queja ante la CNDH, "fuimos escuchados y su trabajo posterior puso en evidencia el teatro de impunidad organizado con premeditación".

Insistieron en que el mandatario federal tampoco sabe que las autoridades municipales y comunitarias le enviaron una carta desde el 1 de marzo, "en la que se le informa sobre los acontecimientos y le exponen la postura oficial del pueblo nahua, en el sentido de que mientras no haya justicia, el Ejército no volverá a nuestro territorio".

Y con las declaraciones de Calderón, subrayó Atengo Vidal, se "pone en duda la supuesta intención del Ejército de esclarecer los hechos y hacer justicia.

"Nuestro corazón está triste porque para el gobernante principal, el que debería protegernos como un padre a sus hijos, desprecia el valor humano de nuestra hermana mayor violada y asesinada a manos del Ejército, al dar por concluido el caso sin esperar siquiera los resultados de la investigación", concluyó.

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