lunes, 9 de abril de 2007

LA UNICA EVIDENCIA: ES QUE NO HAY EVIDENCIAS


cmarin@milenio.com / www.milenio.com / Lunes 9 de abril de 2007

La semana pasada, en el noticiario de Pepe Cárdenas, la diputada Valentina Batres recordó que unos militares están acusados de violar a unas “bailarinas” en Coahuila.

Dijo que el presidente de la CNDH, José Luis Soberanes, debe comparecer ante los legisladores para satisfacer las dudas que algunos tienen sobre la presunta violación tumultuaria y posterior asesinato de una viejita en Veracruz.

Para ese propósito, Valentina promovió la toma de la tribuna en la Cámara de Diputados por parte de las legisladoras del PRD, PT y Convergencia.

Cárdenas puso a discutir a la más joven de los hermanos Batres (los otros son Martí, Lenia y Viétnika) con el autor de estas líneas, a sabiendas, claro, de que éste tiene la certeza de que la triste historia de la cándida anciana y la tropa desalmada es una invención tan perversa como demencial.

Para la mejor comprensión del embuste fue positivo que Valentina recordara lo de Coahuila: ocho militares están siendo procesados en el Segundo Juzgado Penal (nada de “justicia militar”) de Monclova, acusados de violar en julio de 2006 a 13 “prostis” de la zona de tolerancia del municipio de Castaños.

Bien, pues allí fue la propia comandancia de la Sexta Zona Militar la que, sin patalear, entregó en agosto a los acusados: un subteniente, un cabo y seis rasos del 14 Regimiento Motorizado de Caballería.

¿Qué interés puede tener el Ejército en proteger a quienes dizque victimaron a la anciana como lo haría una manada de réplicas de Hannibal Lecter?

¿Felipe Calderón, la Sedena y la CNDH están comprometidos en un plan secreto de vunis, o sea, de Violadores Uniformados No Identificados?

Habría entonces que creerles a los impulsores del tetricuento: se quiso dejar “un mensaje” a las autoridades perredistas de Soledad Atzompa en la persona de la “hermana mayor” de la comunidad. Y además tragarse la “hipótesis” de que la CNDH, por definición autónoma, sacrificó su credibilidad y se entregó al gobierno panista para otorgarles impunidad a los “asesinos”.

Contra la vulgar pero políticamente redituable aviesa mentira hay, por fortuna, irrebatibles argumentos, uno entre muchos aportado con Carmen Aristegui por la ex subprocuradora del DF, Bárbara Illán, al responderse la pregunta de si existía o no semen en el cuerpo de la difunta:

“Es evidente que el propio dictamen médico –cuando la revisan, cuando todavía está con vida– señala que le practicaron una serie de tratamientos, entre otros la Sonda de Foley: es un aseo profundo a nivel vaginal, lo cual eliminó, desgraciadamente, los rastros que pudieran haberse generado en el momento de la agresión...”.

Así de evidente ahora es el problemón en que se encuentra el procurador de Justicia de Veracruz, Emeterio López Márquez, quien, al dar su aval a los carroñeros, dejó al gobernador Fidel Herrera comprometido con un “crimen” sin tener una sola evidencia.

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