martes, 17 de abril de 2007

SEIS CAJAS DE DENUNCIAS

José Gil Olmos / Proceso. Semanario de información y análisis / Número 1589 / Domingo 15 de abril del 2007

En sólo una semana la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reunió en seis cajas las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos que le presentaron diversas organizaciones civiles durante su estancia en el país.

Santiago Cantón, secretario ejecutivo de esta instancia de la Organización de Estados Americanos (OEA), admite que a pesar de los avances de los últimos años en procuración de justicia en México aún persiste la práctica de la tortura, así la discriminación de género y a los pueblos indígenas. Sin embargo lo más grave es el uso del Ejército en tareas de seguridad pública que son responsabilidad de los cuerpos policiacos.

Durante cinco días –del lunes 9 al viernes 13 de abril– Cantón y el relator para México y presidente de la CIDH, Florentín Meléndez, se reunieron con decenas de organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como con legisladores y funcionarios de las secretarías de Seguridad Pública, Defensa Nacional y Gobernación. En los encuentros hablaron acerca de los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, y otras entidades del país, además de la represión en Oaxaca y las denuncias de violaciones por parte de militares.

Al hacer un balance de la visita a México, Cantón asegura que se cumplieron los objetivos de la CIDH: tener contacto con el gobierno de Felipe Calderón y mantener un encuentro con representantes de la sociedad civil mexicana.

“En esta visita surgieron dos aspectos que la CIDH considera de gran importancia porque son estructurales. El primero es el Plan Nacional de Derechos Humanos. En su momento, la Comisión participó en las primeras etapas. Consideramos que es una iniciativa muy importante porque se trata de buscar espacios de establecimiento de políticas públicas que permitan promover los derechos humanos, dice.

Otro tema que abordaron los representantes de la CIDH fue el de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), que encabezó Ignacio Carrillo Prieto y que despareció con el gobierno de Calderón sin que haya atendido las demandas que le plantearon las familias de los desaparecidos durante la guerra sucia en las décadas de los sesenta y los setenta.

Desde 1992, afirma Cantón, la CIDH ha intercedido ante los gobiernos de la región para que reabran los casos de violaciones a los derechos humanos y se enjuicie a los militares que privaron de la vida a luchadores sociales. Y seguirá haciéndolo para evitar que los crímenes queden impunes.

Durante las reuniones que tuvieron las agrupaciones civiles mexicanas, éstas les plantearon otros temas. Las denuncias que recibieron Cantón y Meléndez llenaron seis cajas.

“Indudablemente existen problemas y preocupación. Eso es claro. Cuando la Comisión recibe tanta información se denota claramente la serie de problemas que están viviendo en varias zonas. Este fenómeno no es sólo privativo de México, sino también de otros países. Los problemas pasan por discriminación a los pueblos indígenas, discriminación de género, la pobreza de más de 50% de la población, el problema de la tortura, que es muy serio; el de la seguridad pública…

–¿Qué cambios han visto en los últimos años? –pregunta el reportero a Cantón.

–Hay que distinguir distintos aspectos. En 1998, por ejemplo, México ratificó la Convención Americana y aceptó la competencia de la CIDH. Ese fue un cambio fundamental en la relación de México con el sistema interamericano de derechos humanos. En los hechos lo reconoció plenamente.

“Esto es importante porque indica que hay en principio, una voluntad clara de que la agenda de derechos humanos es de Estado y no de un gobierno, con esto se trata de evitar que los derechos humanos se politicen”.

Sin embargo, aclara que eso no significa que la violación de los derechos humanos sea mejor en México. “Sigue habiendo casos graves de tortura; así mismo, los casos que implican a militares son preocupantes. La CIDH ha observado que este fenómeno se repite en varios países, no sólo en México. Nosotros no consideramos que los juicios contra elementos de las fuerzas armadas no tienen por qué ser tratados únicamente por la justicia militar. El tema de los feminicidios no solamente en Ciudad Juárez, sino en otras regiones del país, el tema de la impunidad y otros temas puntuales a los que la Comisión está dando seguimiento”.

El secretario ejecutivo de la CIDH señala que en la historia de América Latina ha sido trágico que las Fuerzas Armadas sean utilizadas en tareas de seguridad para combatir a “enemigos internos”.

Y advierte que lo preocupante es que el Ejército está entrenado para entrar, avanzar y matar. De hecho, este asunto se discutió con las autoridades de las secretarías de Seguridad Pública federal y de la Defensa Nacional.

“Es un tema al que le vamos a dar seguimiento porque es preocupante”, advierte Cantón, y adelanta que en dos meses más vendrá a México un relator especial en Seguridad Pública y en Sistema Carcelario para visitar varios estados, entre ellos Oaxaca. ?

No hay comentarios: