jueves, 26 de abril de 2007

CASO ASCENCIO: ARREMETEN DIPUTADOS CONTRA SOBERANES; EL REITERA QUE NO HUBO VIOLACION


José Gil Olmos

México, D.F., 25 de abril (apro).- El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, fue cuestionado duramente en la Cámara de Diputados por su papel en el caso de la muerte de Ernestina Ascencio Rosaria, presuntamente violada por un grupo de soldados.

“¿Qué hace al frente de la CNDH?”, le inquirieron legisladoras del PRD, PRI, PT, Convergencia y Nueva Alianza, tras una reunión de cuatro horas, en las que no pararon de hacerle preguntas.

Citado para comparecer ante las comisiones de Derechos Humanos y de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, Soberanes tuvo que aguantar no sólo las dudas y cuestionamientos, sino las expresiones de incredulidad de los diputados, en su mayoría mujeres, que asistieron a la reunión. Sólo las legisladoras del PAN apoyaron lo dicho por Soberanes, en el sentido de que no hubo violación y que las acusaciones únicamente quieren dañar al Ejército.

Soberanes reiteró las mismas argumentaciones, de que la Procuraduría de Veracruz perdió las presuntas pruebas seminales; que mintió en su informe de que Ernestina Ascencio murió de fractura craneoencefálica y que no había pruebas de violación. Pero la mayoría de las legisladoras no le creyeron.

Sin embargo, el ombudsman anunció que la próxima semana daría a conocer la recomendación del caso de Ernestina Ascencio y que ayudará a las autoridades de Veracruz a seguir las indagaciones.

Acompañado por un grupo de médicos, guardias de seguridad y visitadores que llegaron por uno de los estacionamientos del Palacio Legislativo, lejos del grupo de indígenas de Veracruz que llegó también a la sede del Congreso de San Lázaro a demandar su renuncia, Soberanes no pudo presentar sus pruebas científicas de que la indígena, de 73 años de edad, murió de “gastritis aguda”, como lo ha venido propalando desde hace semanas en los medios de comunicación.

Salvo las panistas, todas las legisladoras señalaron que no eran peritos para revisar científicamente las pruebas médicas y forenses, y pidieron al ombudsman centrarse en responder las preguntas, de por qué había sobrepasado su función al investigar como ministerio público y sentenciar como juez a la procuraduría de Justicia de Veracruz, por las graves faltas en los exámenes médicos; a quién estaba encubriendo, y si había recibido órdenes de Felipe Calderón.

Soberanes y su equipo se molestaron ante la negativa de las legisladoras. El presidente de la CNDH les expresó que “lo sacaban de onda” porque le impedían demostrarles con pruebas científicas que la indígena había muerto de una úlcera gástrica y no de violación.

Mientras, la segunda visitadora y encargada de la investigación, Susana Pedrosa, irritada, sin querer, dio un cabezazo a la diputada del PAN Omheira López, quien estaba a su lado.

El doctor Soberanes dijo que el expediente de Ernestina Ascencio era de 4 mil hojas, y afirmó que en ningún momento quisieron abrogarse el papel de ministerio público, al dar a conocer los resultados de sus investigaciones.

Incluso, reveló que anoche se reunió con el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, con quien acordó entregarle todo el expediente de la CNDH para integrarlo a la averiguación previa de la procuraduría estatal.

Justificó la participación de la CNDH en la investigación, al señalar que el caso de Ascencio Rosario era de violaciones graves a los derechos humanos. Dijo que, en este caso, la comisión actúa de oficio.

Sin embargo, Soberanes dejó muchas preguntas sin respuestas, sobre todo las relacionadas con la intervención del presidente Felipe Calderón y del Ejército en las conclusiones adelantadas de la investigación.

Guardó silencio cuando se le inquirió quien informó a Calderón sobre las conclusiones médicas de úlcera gástrica como la causa de la muerte de Ernestina, y tampoco contestó cuando se le inquirió sobre la investigación de la Procuraduría Militar.



La diputada Blanca Becerril, del Partido Nueva Alianza, demandó que la CNDH evite el debate mediático y centre su papel en la defensa de los derechos humanos. “Queremos que se haga justicia”, reclamó.

Por su parte, la diputada del Partido del Trabajo, Rosa Elia Romero, preguntó: “¿Quién miente? ¿A quién se quiere proteger?”, luego de enlistar una serie de declaraciones contradictorias del propio Soberanes, que en un principio aceptó que Ernestina Ascencio había sido violada por soldados y luego cambio de opinión. “Ojalá y no se busquen chivos expiatorios”, demandó la legisladora.

En tanto, la diputada Martha Tagle, del Partido Convergencia, insistió que Soberanes tiene pendiente una explicación de por qué se dedicó a desvalorizar el trabajo de la procuraduría de Veracruz y no ha defender los derechos de la indígena.

Los cuestionamientos de casi todas las legisladoras fueron respecto del Ejército. “¿Dónde están los testimonios de los soldados? ¿Dónde están los resultados de las pruebas de líquido seminal que se les tomó?”, fueron algunas de las preguntas.

Al final, Soberanes prometió presentar todas las pruebas de la exhumación y, con ello, comprobar que Ernestina Ascencio murió de una “anemia aguda por sangrado de tubo digestivo secundario a úlceras gástricas pépticas”.

No hay comentarios: