lunes, 14 de mayo de 2007

ADELAIDA AMAYO, OTRO ASESINATO EN LA SIERRA DE ZONGOLICA


Laura Castro Medina

Zongolica, Veracruz, 11 de mayo (apro-cimac).- El asesinato de Adelaida Amayo, integrante del Consejo Radiofónico Indígena Náhuatl y gestora de proyectos productivos para grupos étnicos, en el municipio de Zongolica, pudiera tener vínculo con el caso de Ernestina Ascencio y, según el dirigente Julio Atenco, “existe el temor de que esta acción fue con miras a alertar las conciencias democráticas” en la región.

El lunes anterior fue encontrado el cuerpo de una mujer desnuda en un camino vecinal cercano a la carretera Zongolica-San Juan Texhuacan. El cuerpo correspondía a Adelaida Amayo Aguas, quien se encontraba desaparecida desde el miércoles de la semana anterior, en que salió de su domicilio, ubicado en la comunidad de Palulca, con destino a la cabecera municipal.

A pesar del hermetismo que guardan las autoridades de la Procuraduría de Veracruz sobre el caso, de acuerdo con versiones de familiares y del esposo Hilario Lara, la mujer de 38 años y madre de cinco niños tenía atado al cuello un cinturón de hombre y trapos en el interior de la boca, cuatro cuchilladas y señales de sufrir violencia extrema.

Su cuerpo estaba en estado de avanzada descomposición y carcomido por los animales.

Julio Atenco Vidal, líder natural de la sierra de Zongolica y fundador de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ), comentó que Adelaida era una mujer ampliamente reconocida en la sierra de Zongolica, pues además de su arraigo en aquella región, se encargaba de la gestión de créditos para proyectos productivos ante la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Conadepi).

Además, era integrante del Consejo Radiofónico Indígena de Zongolica de la XEZON, única estación que difunde información en náhuatl subsidiada por el Consejo de Desarrollo Indígena (CDI); también difunde programas y mantiene una política neutral sin colores ni partidos.

De igual forma fue socia y gestora de la Cooperativa Indígena Popular, la que tiene más de 20 años en funciones, sostenida a través de la cultura del ahorro, y con esta caja popular se han desarrollado diversos proyectos productivos comunitarios para grupos indígenas.

Existe el temor de que esta acción fue con miras a alertar a las conciencias democráticas, al destacarse el hecho de que la compañera de labores de Adelaida, Dolores Rivera, fue propuesta como candidata de izquierda a la diputación local por el distrito de Zongolica, planteamiento que ésta rechazó, sin embargo, ambas mujeres fueron consideradas como fuertes adversarias en los próximos procesos electorales locales, debido al respaldo que tienen de los grupos indígenas de la sierra de Zongolica, explicó Atenco.

Para Atenco Vidal existe una preocupación de que el caso de la muerte de Adelaida no esté desligado del de Ernestina en Soledad Atzompa, y pudiera en este caso haber sido cometido por un grupo paramilitar que busca disuadir al movimiento democrático de la zona serrana.

Por ejemplo, en el caso de Ernestina aparentemente se buscó un enfrentamiento entre el pueblo y los grupos militares, el que no se dio, pues de haberse concretado, los líderes de las corrientes democratizadoras estarían en la cárcel o muertos.

Advirtió que se percibe que con este caso se trata de “nuevos golpes”, en una primera etapa represiva, para desalentar el movimiento. “Estamos en la puerta de una represión selectiva. En donde pretenden acabar con los liderazgos de movimientos democratizadores”

Este crimen fue premeditado y estudiado, no obedece a un loco, pues primero secuestró, después asesinó y después botó el cadáver con una clara intención de dejar huella del homicidio con un mensaje implícito: fue una acción planificada y siniestra contra quienes empujan el cambio democratizador, subrayó Atenco Vidal.

Apuntó que de corroborarse la existencia de grupos paramilitares en la sierra de Zongolica, estarían ligados al Ejército y a la ultraderecha, no precisamente a nivel local sino a escala nacional, con la finalidad de desarticular o eliminar a grupos contrarios.

Aunque descartó que pudiera estar involucrado el gobierno estatal, dijo que sin embargo se ha buscado al secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, para establecer un diálogo, a fin de plantear de forma franca y directa sus temores de un probable grupo paramilitar en Zongolica, pero por diversas circunstancias no ha habido el acercamiento con las autoridades estatales.

“La muerte de Adelaida es un foco rojo, por ello el gobierno estatal debe intensificar las investigaciones, y deslindarse --si es el caso--, pues sin evidencia plenamente se presume una intención de eliminar o desarticular a los líderes de grupos opositores en movimiento”.

Julio Atenco recordó que, desde el 12 de junio del 2006, fue amenazado de muerte y, aunque en su momento denunció los hechos, la investigación no ha avanzado.

Destacó que por el momento se han concentrado en la organización del consejo nacional a celebrarse los días 26 y 27 de mayo, en la Ciudad de México, en donde se habrán de tomar acuerdos sobre la solicitud de intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la investigación de la muerte de Ernestina Ascencio Rosario, así como para condenar la represión política de la cual han sido objeto grupos indígenas de la sierra de Zongolica

La PGJE niega información del caso

Aunque la muerte de Adelaida Amayo ha despertado el interés de la comunidad indígena de la sierra de Zongolica, las autoridades ministeriales se niegan a hablar del tema, luego del hallazgo del cadáver el lunes anterior.

El cuerpo de la mujer fue sometido a una necroscopia con duración de más de seis horas en la ciudad de Orizaba y posteriormente fue canalizado a la ciudad de Xalapa para someterlo a una segunda necropsia.

El procurador veracruzano Emeterio López Márquez realizó una visita al municipio de Zongolica para conocer pormenores del homicidio, y ahí sostuvo que se siguen varias líneas de investigación.

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