miércoles, 25 de abril de 2007

MEXICO, ¿TERRITORIO PARA LA VIOLENCIA?


Patricia Kelly / El Universal / Miércoles 25 de abril de 2007

México, ¿territorio para la violencia?

México es uno de los países en el que más violencia se ejerce contra su niñez. En el territorio nacional mueren a diario dos niños y niñas menores de 14 años, precisamente por esta causa.

La escuela y el hogar son los lugares que mayor riesgo representan para ellos, pues allí viven rodeados de maltrato físico y emocional. Según datos de la Organización de Naciones Unidas existen cerca de 275 millones de niños y adolescentes que sufren de violencia en sus hogares; 216 en las escuelas y más de 220 han sufrido alguna forma de violencia sexual.

Este maltrato se justifica, se camuflajea, diría yo, con otros términos: educación, disciplina, orden y algunos se atreven a llamarle amor. El maltrato contra las personas, especialmente los niños y las niñas, deja huellas muy difíciles de olvidar y desaparecer.

Por lo regular, al hablar de maltrato y violencia en menores, se piensa en las calles, en las adicciones, incluso en el comercio sexual de que son objeto, pero no que en la escuela o en el hogar las cosas no son diferentes.

Un niño o una niña que viven bajo golpes, humillaciones, malas palabras, crece con una autoestima muy deteriorada o bien, con muchos resentimientos que sacará en su adolescencia o en la edad adulta; ¿cómo? Mediante su propia violencia. Muchos de estos menores fueron producto de embarazos no deseados, de padres o madres que no los quisieron y los recibieron más con resignación que con amor. Allí están las estadísticas de niños y niñas abandonados en parques y basureros, u obligados a dejar sus casas por maltratos y abusos.

México se ha convertido no sólo en un territorio violento por las numerosas ejecuciones que se han cometido por la lucha para controlar el país en materia de narcotráfico; no sólo por las bandas de delincuentes que, dicen, suben del sur para cometer sus fechorías. En nuestro país hay violencia contra los hombres, pero también contra las ancianas como lo muestra el caso de Ernestina Ascencio Rosario, o de las trabajadoras sexuales de Torreón, de las Mujeres de Juárez y hoy, de toda aquella a la que le falle el método anticonceptivo, si es que tiene la suerte de acceder a él.


Medidas preventivas

Llegar al aborto es una medida extrema, luego de que todas las opciones de solución han sido canceladas. El aborto no es un deporte ni un placer, las mujeres no lo han experimentado ni por curiosidad. Nadie aborta por el puro gusto de hacerlo.

-¿Por qué los grupos que hoy condenan la despenalización del aborto se niegan a permitir una campaña de educación sexual desde los primeros años escolares?

Cuando se habla de ella inmediatamente protestan, argumentado que no corresponde al Estado, sino a las familias en el seno del hogar, decidir qué tipo de información se les da a sus hijos sobre el tema. ¿Cómo pueden ahora querer decidir sobre el cuerpo de las mujeres?

La educación sexual es la mejor arma para sensibilizar e informar a una gran y diversa sociedad, sobre la importancia de su salud.

- ¿Han permitido que se diseñen estrategias para que todos los métodos anticonceptivos estén a la disposición de las mayorías femeninas?

Si, pero son insuficientes; sobre todo en zonas rurales y en los sectores más pobres. Todavía algunos estados gobernados por panistas se niegan a hacer efectiva la norma que permita que la anticoncepción de emergencia esté al alcance de todas las mujeres.

- ¿Por qué la campaña de ataque contra el condón?

Se han gastado miles y miles de pesos en desprestigiar este método que se usó desde los antiguos egipcios. El público meta fueron los jóvenes, a los que se decía que corrían riesgos, que no eran seguros y claro, muchos de ellos optaron por prescindir de su uso, con las conocidas consecuencias.

-¿Por qué la desinformación y la confusión sobre un método que evita el aborto, como lo es la anticoncepción de emergencia?

Otro de los temas terriblemente controvertidos fue el uso de este método. Se habló de aborto, de muerte, de crimen, se infundió el miedo. Pero ellos saben en realidad que esa sería otra opción contra los embarazos no deseados y por supuesto, contra la interrupción del embarazo. ¿Para qué hacer sentir culpables a las usuarias? El método ha dado muy buenos resultados en el mundo y contribuye a abatir las tazas de aborto.

-¿Qué otro camino queda para evitar el embarazo? ¿La abstinencia, que ni los propios curas cumplen?

Parece que existe una obsesión, como en los tiempos de la Santa Inquisición (que por cierto, de Santa no tuvo nada), por castigar, en este caso, por encarcelar a las mujeres que interrumpen su embarazo. Es una persecución sin precedentes; bueno sí, la cacería de brujas fue algo similar.

- ¿Y dónde queda la responsabilidad masculina?

No me cansaré de decir: las mujeres no se embarazan solas, y entre las diversas causas que las llevan a abortar está el abandono total, el desconocimiento de ese embarazo precisamente por el padre del producto. ¿Por qué el ensañamiento solamente contra las mujeres?, ¿qué saben los jerarcas católicos o no, los líderes panistas o no, del significado de un embarazo no deseado? ¿Por qué las mujeres que promovían el aborto producto de una violación en la entonces niña Paulina eran amenazadas de excomunión, y el violador, el agresor, era perdonado?

-¿Por qué no han publicado con la misma furia desplegados que exijan justicia para las víctimas de actos pederastas ejercidos por muchos de los que hoy señalan con dedo flamígero la despenalización del aborto?

patricia.kelly@eluniversal.com.mx

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